Acompañamiento en el concurso de acreedores
Una farmacia en situación de insolvencia que no podía hacer frente a los pagos de deudas, proveedores, nóminas y suministros y había agotado todas las opciones de financiación. Tras buscar negociar con todas las partes implicadas se descartó la venta de la farmacia porque había poco tiempo para buscar un comprador, el precio que se podía obtener era inferior al que realmente valía el negocio saneado e incluso era insuficiente para cubrir todas las deudas.
En este caso, estaba en situación de solicitar el concurso voluntario de acreedores. Aunque es una situación que puede parecer que sólo conduce a la venta, o a la subasta, de la farmacia, hay todo un proceso antes de llegar a este punto permitió garantizar la viabilidad de la farmacia. De entrada, permitió congelar el pago de los créditos y además posibilitó renegociar la deuda a corto plazo a los proveedores en cinco años, lo que posibilitó a la farmacia seguir funcionando con un suministro normal por parte de estos acreedores. Con el funcionamiento normal de la farmacia se pudo hacer frente a estas deudas y finalmente superar el concurso.
En algunas ocasiones pueda parecer un fastidio, pero aquí la figura del administrador concursal también fue clave. Así, ante cualquier decisión de tipo económico que hubiera que tomar, el farmacéutico sabía qué pautas tenía que seguir para salir adelante. Fue una forma difícil de aprender a gestionar la tesorería, pero la farmacia sigue funcionando.